EE.UU. FIRMA ACUERDO CON GOBIERNO ARGENTINO SALPICADO POR FINANCIAMIENTO NARCO: LA HIPOCRESÍA IMPERIAL DESNUDA
Por Nahuel Hidalgo
Mientras el Departamento de Estado se llena la boca hablando de “lucha contra el narcotráfico”, el FBI establece alianza estratégica con un gobierno cuyas principales figuras están investigadas por vínculos con dinero del narcotráfico
En un movimiento que expone la profunda hipocresía de la política exterior estadounidense, el gobierno de Donald Trump firmó este lunes acuerdos de colaboración con el FBI argentino mientras las principales figuras del gobierno de Javier Milei enfrentan investigaciones judiciales por su vinculación con dinero proveniente del narcotráfico.

La contradicción es escandalosa: la misma potencia que se presenta como paladín global contra el narcotráfico ahora establece acuerdos de “cooperación en seguridad” con un gobierno cuyo principal candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, tuvo que renunciar a su candidatura tras confirmarse que recibió 200.000 dólares de Fred Machado, empresario acusado por la justicia estadounidense de narcotráfico y lavado de dinero.
EL DOBLE ESTÁNDAR IMPERIAL
Mientras el Departamento de Justicia norteamericano acumula pruebas contra Machado por narcotráfico, su agencia estrella, el FBI, firma acuerdos con el Ministerio de Seguridad que comanda Patricia Bullrich, quien tiene al menos tres denuncias judiciales por presunto financiamiento narco de su campaña presidencial.

Los documentos judiciales son públicos y contundentes:
- Existen transferencias comprobadas entre el fideicomiso de Machado y la familia Bada Vázquez, dueña de Lácteos Vidal
- Hay un aporte electoral registrado de 400.000 pesos de Alejandra Bada Vázquez a la campaña de Bullrich
- Tres fueros judiciales diferentes investigan esta trama de posible lavado de dinero

LA AMENASA QUE TODO LO REVELA
Antes de ser extraditado, Machado lanzó la advertencia que estremece los cimientos del poder: “Si hablo, se cae el país mañana”. Y reveló que envió ese mensaje a Santiago Caputo, hombre de máxima confianza del presidente Milei, recibiendo como respuesta un escueto “Mensaje recibido”.
Esta confesión demuestra que la Casa Rosada conocía la gravedad de los vínculos narco dentro de su propia coalición, pero prefirió el silencio cómplice antes que enfrentar la verdad. La pregunta incomoda que se desprende de este cruce de mensajes es porque el extraditado por narcotraficante tiene el teléfono e intercambia mensajes con altos funcionarios del gobierno.
LA MORAL ELASTICA DE WASHINGTON
La firma de estos acuerdos el mismo día del anuncio del swap por 20.000 millones de dólares no es casualidad. Evidencia que para el imperio norteamericano los principios éticos son negociables cuando de defender sus intereses geopolíticos y financieros se trata.
Mientras el pueblo argentino sufre las consecuencias de un ajuste brutal, el gobierno de Milei se arrodilla ante Trump, intercambiando soberanía por respaldo político y financiero. El FBI, lejos de investigar los vínculos narco dentro del gobierno argentino, los legitima mediante acuerdos de cooperación.
EL VERDADERO OBJETIVO: LA SUBORDINACIÓN
Esta alianza no busca combatir el narcotráfico -como lo demuestran los vínculos investigados- sino consolidar la subordinación de Argentina al proyecto imperial norteamericano. Se trata de garantizar el control sobre un territorio estratégico, aún a costa de asociarse con elementos cuestionados judicialmente.
La lucha contra el narcotráfico resulta, una vez más, un discurso conveniente que se esgrime o se abandona según convenga a los intereses de Washington. La moral norteamericana muestra su verdadero rostro: el de un imperialismo pragmático que no duda en aliarse con lo que públicamente dice combatir.
