Aumentan la oleada de OVNIS en los cielos ¿Qué hacen los gobiernos al respecto?
Continúan los avistamientos masivos de luces y objetos voladores en la costa este de Estados Unidos, generando una ola de incertidumbre que pone en jaque tanto a ciudadanos como a autoridades. Desde mediados de noviembre, los reportes han ido en aumento, extendiéndose desde Nueva Jersey hasta estados como Nueva York, Ohio, Connecticut, Virginia y Pensilvania.
Los fenómenos, que incluyen luces sobrevolando zonas residenciales, rurales y bases militares, han sido catalogados como objetos voladores no identificados (OVNIs) o Fenómenos Anómalos no Identificados (PAU). Sin embargo, pese a las crecientes pruebas y testimonios, las respuestas oficiales brillan por su ausencia.
¿CÓMPLICE DESINTERÉS O IGNORANCIA REAL?
Mientras los ciudadanos exigen explicaciones claras, los gobiernos parecen eludir el debate de fondo. ¿Cómo es posible que objetos con capacidades avanzadas sobrepasen la seguridad aérea, especialmente en instalaciones críticas como la base Wright-Patterson en Dayton, Ohio?
Funcionarios de seguridad, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), han atribuido el fenómeno a drones sofisticados. Pero las declaraciones son vagas y contrastan con las declaraciones del ufólogo mexicano Jaime Maussan, quien asegura que la tecnología de estos objetos “rebasa la capacidad humana.”
A través de videos publicados en redes sociales, Maussan presentó pruebas de OVNIs en Nueva York con un diseño alargado y movimientos coordinados, lo que refuerza la idea de que no se trata de drones convencionales.
CRÍTICAS Y RESPUESTAS CONTRADICTORIAS
El Presidente electo Donald Trump ha exigido derribar estos objetos, mientras que Joe Biden ha optado por minimizar el fenómeno, sugiriendo que podrían ser aeronaves autorizadas o imitaciones. Sin embargo, esta postura no satisface a un público que comienza a sospechar de la transparencia gubernamental.
Las naciones no están actuando de manera proactiva ante un fenómeno que no solo es evidente en Estados Unidos, sino también en países como México, España, Brasil, Argentina, China y Rusia. ¿Acaso los gobiernos no saben realmente qué son estos objetos o están ocultando información crítica a sus ciudadanos?
UN FENÓMENO GLOBAL QUE EXIGE RESPUESTAS
La falta de acción y claridad ha generado una atmósfera de inquietud. ¿Estamos ante un fenómeno tecnológico humano desconocido, una muestra de capacidades extranjeras o, como algunos insisten, visitantes de otros mundos?
Lo cierto es que la comunidad internacional demanda más que especulaciones. Si los gobiernos no pueden identificar o neutralizar estos objetos, ¿qué implica esto para la seguridad global? Y si lo saben pero no actúan, ¿qué están ocultando?
El aumento de avistamientos no puede seguir siendo ignorado. La pregunta que muchos se hacen es simple y contundente: ¿Hasta cuándo los gobiernos continuarán mirando hacia otro lado?