Lecciones de la tormenta tropical Nadine: la importancia de estar siempre preparados
Este año, la temporada de huracanes nos ha recordado lo impredecibles y destructivas que pueden ser estas tormentas. Los huracanes Milton y Helene escalaron rápidamente a categoría 5, dejando estragos en su paso. Por su parte, la tormenta tropical Nadine, aunque menos intensa, nos brindó una valiosa lección: nunca subestimar la fuerza de la naturaleza, incluso en su forma más modesta.
Belice, que inicialmente esperaba una simple depresión tropical, se enfrentó a ráfagas de viento de hasta 40 mph que derribaron árboles, levantaron techos y causaron inundaciones en varias áreas. Los residentes de San Pedro se resguardaron desde la madrugada del sábado 19 de octubre, cuando Nadine tocó tierra en el país. El mar se agitó, la lluvia fue torrencial y los vientos desplazaron objetos, aunque afortunadamente los daños generales fueron mínimos.
Tras cruzar Belice, Nadine continuó su trayectoria hacia Guatemala, dejando barrios y carreteras inundadas, así como daños menores en viviendas. Sin embargo, el impacto fue un recordatorio contundente:
- Las tormentas tropicales son impredecibles.
- Incluso las tormentas débiles pueden causar daños significativos.
- La preparación es clave durante toda la temporada de huracanes.
Una llamada de atención
El paso de Nadine subraya la importancia de no bajar la guardia ante estos fenómenos climáticos. A medida que los patrones climáticos se tornan más variables, debemos permanecer alerta y reforzar nuestra preparación para afrontar lo que la naturaleza pueda traer.
Quien nos cuenta esto es Dorian Núñez, periodista y editor en San Pedro, Belice.