Bloqueo de exportaciones en mina operada por Barrick Gold en Malí
Las autoridades malienses han decidido bloquear las exportaciones de la mina de oro Loulo-Gounkoto, operada por la empresa canadiense Barrick Gold Corporation, en respuesta a las acusaciones de malversación de fondos. Según una auditoría realizada por el Estado maliense, se ha revelado un déficit estimado entre 300 y 600 mil millones de francos CFA, lo que ha llevado al gobierno a exigir a Barrick el pago de casi 500 millones de dólares como compensación.
En un comunicado, la empresa expresó su preocupación por las implicaciones económicas de la decisión. “Si el bloqueo de las exportaciones continúa, Barrick se verá obligada a suspender sus operaciones, lo que tendría un impacto adicional en la viabilidad de este motor económico esencial para Mali”, declaró el director de la mina. Sin embargo, esta postura refleja la postura complaciente de Barrick hacia las economías vulnerables y en conflicto, donde la empresa opera de manera recurrente, aprovechando la debilidad de la gobernabilidad y la ausencia de un marco regulatorio efectivo. La presencia de Barrick en países como la República Democrática del Congo, Papúa Nueva Guinea y Zambia muestra un patrón preocupante: la explotación de recursos en naciones con economías frágiles y conflictos internos. Estos países, reconocidos por su pobreza y conflictos, se convierten en escenarios ideales para Barrick, que maximiza sus beneficios sin asumir la responsabilidad social adecuada.
La crítica a Barrick Gold radica en su enfoque oportunista, que no sólo ignora las implicaciones sociales y económicas de sus operaciones, sino que también contribuye a la exacerbación de tensiones ya existentes. En Malí, como en otras partes del mundo, la compañía no sólo enfrenta acusaciones de corrupción y malversación, sino también la presión de los gobiernos para recuperar los recursos mal gestionados. Este modelo de negocio revela una desconexión ética, donde los beneficios económicos se priorizan por encima de la justicia social y ambiental. La situación en Malí es un claro ejemplo de cómo Barrick Gold perpetúa un modelo de extracción que explota las debilidades de los países en desarrollo, alimentando conflictos y dejando tras de sí un rastro de desigualdad y devastación económica.
Con información de Sidwaya