Sociedad

Más motosierra al Estado: chau a la Secretaría de Vivienda y al sueño de la casa propia

Luis Caputo, el ministro de Economía que se siente como un director de orquesta en un concierto desafinado, es el encargado de esta sinfonía de recortes. Desde el palacio presidencial aseguran que este proceso será “largo y complejo”. Claro, porque eliminar funciones es mucho más fácil que construir viviendas. Mientras tanto, una mesa técnica, compuesta por expertos en hacer desaparecer lo que no les gusta, trabaja arduamente en los detalles. ¿Será que tienen una varita mágica para hacer desaparecer las necesidades habitacionales del pueblo?

Federico Sturzenegger, el maestro de la desregulación, ha sido nombrado el arquitecto de esta obra maestra de la ineficiencia. ¿Y de qué se trata su diseño? De una reconfiguración del comercio interno que, al parecer, busca que la Secretaría de Comercio se convierta en un recuerdo más que en un organismo funcional. Con Pablo Lavigne relegado a la Coordinación de Producción, parece que el nuevo reemplazo, Esteban Marzorati, viene con un solo objetivo: hacer que la secretaría se disuelva como azúcar en agua caliente.

Y no es solo el comercio lo que siente la mano pesada de Milei: la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda también se va al tacho. Rodrigo Aybar, su actual responsable, ha decidido que es hora de deshacerse de programas como el Plan Procrear, porque, ¿quién necesita vivienda cuando se puede vivir en la incertidumbre?

El presidente Milei, con su discurso anual, pinta un futuro donde los organismos públicos son solo un estorbo. Armado con los poderes de la Ley Bases, se siente con la autoridad para eliminar todo lo que considere “obsoleto”. Pero a no preocuparse, que en esta purga no tocarán sectores “neurálgicos” como universidades o el CONICET. Eso queda reservado para el futuro… o para cuando se acuerden de que existen.

Así que, mientras el Gobierno afila la motosierra, la esperanza de un hogar digno se desdibuja en el horizonte. El acceso a la vivienda se convierte en un sueño que parece no llegar nunca.

Noticia vía Agencía Nova

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