Cocaína con etiquetas de la Polinesia en Sevilla
Policía Nacional y Guardia Civil han mostrado este viernes las casi tres toneladas intervenidas en una nave de La Puebla del Río.
Los agentes detuvieron a cuatro ‘guardeses’ de la droga que vigilaban con armas de guerra y formación paramilitar.
España
Casi tres toneladas de cocaína, cuatro detenidos y armas de guerra. Ese es el primer balance de la ‘Operación Colinas‘ que Policía Nacional y Guardia Civil han dado a conocer este viernes tras una actuación conjunta en ese poblado de La Puebla del Río. Los agentes han mostrado la droga aprehendida, marcadas por los narcos con la bandera de Samoa (país de la Polinesia) y que introducían con embarcaciones tipo narcolanchas por el río Guadalquivir hasta alijarlas en una ‘guardería’ –nave utilizada para almacenar la droga– en el conocido poblado cigarrero que linda con los pinares.
La investigación se inició hace más de un mes cuando agentes de Policía Nacional tuvieron conocimiento de la presencia de un grupo activo dedicado a la introducción y recepción de grandes cantidades de cocaína por el Río Guadalquivir. Las tareas de investigación de ambos cuerpos detectaron una zona de alijo en la zona de Isla Mayor, en concreto en uno de los caños que derivan del conocido como Brazo del Este. Este modus operandi se ha venido repitiendo en los últimos tiempos, siendo esta zona, entre las localidades de Dos Hermanas, Coria del Río y La Puebla de Río, lugares escogidos por los narcotraficantes para el almacenaje de la droga una vez introducida en territorio nacional por vía marítima.
Droga y armas de guerra
Fue en esta última localidad de La Puebla del Río donde se supo que esta organización estaba utilizando una nave del poblado de Colinas –en el camino de Isla Mayor y junto a los pinares– para recepcionar y almacenar grandes cantidades de cocaína. Además, la información recabada por los investigadores apuntaba a que el almacenaje y custodia de estas sustancias estaba siendo realizado por personas con entrenamiento paramilitar.
Tras varios días de indagaciones, y una vez se tuvo conocimiento de cual era la nave en concreto, durante la mañana del pasado 7 de enero, el dispositivo de vigilancia establecido en torno a la nave comenzó a observar una serie de movimientos sospechosos de vehículos y personas entrando y saliendo de ésta. Durante la vigilancia se pudo observar como un individuo salía de la nave a realizar tareas de vigilancia portando lo que parecía ser un arma de guerra tipo Kalashnikov.