En China los deliverys vuelan, viven en el 2050
En un país donde la innovación tecnológica marca el ritmo de la vida diaria, China vuelve a dar un paso más hacia el futuro. Esta vez, lo hace mirando al cielo: drones repartidores que vuelan sobre ciudades y montañas están transformando la logística urbana y turística.
Empresas como Meituan y JD.com lideran el avance de los sistemas de entrega aérea autónoma, operando en grandes ciudades como Shenzhen y en lugares emblemáticos como la Gran Muralla China. Allí, en la sección de Badaling, los drones ya son parte de la experiencia turística: trasladan snacks, bebidas y hasta suministros médicos a los visitantes que se encuentran en zonas elevadas, donde antes solo se llegaba tras largas caminatas.
El servicio tiene un costo simbólico de 56 centavos de dólar y reduce el tiempo de entrega de 50 minutos a apenas 5, gracias a vuelos programados que parten desde hoteles cercanos y aterrizan con precisión en las torres de vigilancia de la muralla.
Este sistema no es un experimento, sino una realidad consolidada. Solo en Shenzhen, Meituan ya ha realizado más de 100.000 entregas aéreas desde 2022, convirtiendo los drones en parte del paisaje cotidiano. Los pedidos se dejan en estaciones de recolección automatizadas ubicadas cerca de edificios residenciales u oficinas, donde los usuarios los retiran escaneando un código.
Pero el objetivo de China va más allá del delivery. Estas experiencias forman parte de una ambiciosa estrategia nacional para desarrollar lo que llaman la “economía de baja altitud”, que incluye drones, taxis aéreos y vehículos autónomos voladores. Se estima que esta nueva industria podría generar 279.000 millones de dólares para 2030, con miles de empleos y servicios aéreos integrados a la vida urbana.
En redes sociales, el periodista Jorge Mahy difundió un video mostrando en detalle cómo funciona uno de estos drones, captando la atención de miles de usuarios que se preguntan si este futuro ya llegó… o si solo está reservado para algunos países.
Mientras tanto, en muchas regiones del mundo, incluyendo América Latina, la entrega con drones sigue siendo apenas una promesa o un proyecto piloto.
¿Estamos listos para que los cielos de nuestras ciudades también se conviertan en autopistas digitales?
Vía Equipo Nahuelinforma