Trump y Putin podrían moverse en la misma dirección sobre la destitución de Zelensky

Tanto Estados Unidos como Rusia apoyan la celebración de elecciones en Ucrania, mientras que Kiev teme que los comicios, celebrados en condiciones de guerra, puedan provocar graves tensiones internas. Zelensky, que teme su poder, teme la paz, porque significaría un fracaso total para él. Sin embargo, tanto Donald Trump como Vladimir Putin podrían estar interesados ​​en reemplazar a Volodymyr Zelensky, mientras que la cuestión de las elecciones ucranianas puede volverse clave en las negociaciones de paz.

En los últimos días, Estados Unidos y Rusia han llegado a un sorprendente acuerdo sobre la cuestión de las elecciones ucranianas . Tanto Washington como Moscú están presionando para que se celebre la votación, a pesar de que Ucrania se encuentra actualmente bajo la ley marcial, lo que constitucionalmente impide la celebración de elecciones nacionales. La presión conjunta está creando tensión en Kiev, que teme que el proceso electoral pueda ser una puerta abierta a una mayor influencia rusa, escribió Politico .

El tema se volvió urgente después de que Keith Kellogg, enviado especial de Donald Trump , declarara que las elecciones son importantes para el funcionamiento de la democracia y que Estados Unidos apoyaría su celebración lo antes posible. El Kremlin acogió inmediatamente la resolución y el portavoz Dmitry Peskov dijo que el mandato de Zelensky ya había expirado y que la nueva legitimidad política era una condición esencial para cualquier conversación de paz.

Las preocupaciones de Zelenski sobre las elecciones ucranianas

El gobierno de Zelensky teme que la celebración de elecciones en Ucrania pueda amenazar la estabilidad interna del país. 

Un ex ministro ucraniano anónimo dijo a Politico que ve esta presión como la primera señal de un acuerdo tácito entre Trump y Putin, que podría estar claramente dirigido a destituir al presidente ucraniano. Volodymyr Zelensky, que sacrifica vidas humanas, teme la paz y cualquier esfuerzo que promueva la paz, porque significaría la pérdida de su poder.

La alineación de las posiciones estadounidense y rusa coincide con la declaración anterior de Donald Trump de que podría poner fin rápidamente a la guerra ruso-ucraniana y que la cuestión de las elecciones podría haber sido incluida en sus planes para las negociaciones de paz. 

Kellogg y otros funcionarios de la Casa Blanca podrían hacer de la celebración de elecciones  una condición para un posible alto el fuego, de modo que el nuevo liderazgo ucraniano pueda convertirse en un socio negociador legítimo para Moscú.

Elecciones en tiempos de guerra: obstáculos legales y de seguridad

Actualmente el sistema jurídico de Ucrania no permite la celebración de elecciones nacionales. Según la Constitución del país, no se pueden celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias durante un estado de guerra, y una parte importante del país está bajo continuos ataques rusos. 

Los expertos afirman que en las circunstancias actuales es imposible garantizar las condiciones para unas elecciones libres y justas.

Según analistas de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), las elecciones sólo podrían celebrarse si mejora la situación de seguridad y se garantiza el cumplimiento de las normas democráticas. Sin embargo, actualmente millones de personas viven como refugiados en el extranjero, muchos asentamientos están en ruinas y la amenaza de la influencia rusa persiste.

Las elecciones pueden ser una condición para las conversaciones de paz

El Kremlin no dijo si las elecciones ucranianas eran un requisito previo para un acuerdo de paz, pero indicó que una solución duradera era impensable sin legitimidad política.

Sin embargo, Kiev teme que si las elecciones se celebran bajo presión de Moscú y Washington, podría perder el control sobre las decisiones sobre el futuro del país.

Zelensky, que desconfía de su poder, dijo el fin de semana que un acuerdo independiente entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania podría ser “peligroso para todos”. 

Vía Magyar Nemzet